jueves, 20 de diciembre de 2007



UNO MÁS: DE AMOR Y DESEO

Tarde fecunda de deseo
de ardor en la piel y de sangre agolpada

La respiración en mi cuello aguijonea la piel,
tus venas tensas como ramas secas
se crispan sobre la corteza de la espalda,
hojas temblorosas son tus dedos
que se mueven al compas del deseo
cruzan la curvatura de los labios y se adentran
en el ardor de mi sangre
y en la ilícita necesidad de entrega

Cuento

domingo, 9 de diciembre de 2007


Uno de miedo: El Ente Machista

Eran las once de la noche, dormía plácidamente. Repentinamente fui despertada por fuertes y metálicos arañazos que sacudían la puerta de mi dormitorio.
Asustada hasta los huesos, me incorporé, buscando en la profunda oscuridad el origen del espeluznante sonido, agudicé los sentidos y lo descubrí.

Cautelosamente, me dirigí a la ventana próxima…la abrí despacito…

En lo alto del cielo la luna con su abrigo de nubes me miraba y aún costado de mi puerta distinguí al conocido visitante de mi adolescencia; la hirsuta criatura, amorfa, cubierta de pequeñas y grandes protuberancias.

Un fuerte olor mezcla de saliva y nancite impregnaba la atmósfera.

Decidida a terminar de una vez por todas sus constantes visitas, le interpelé:
¿Qué quieres? –pregunté-

Sus rojos ojos se dirigieron hacía la ventana y clavando su mirada en mí, me dijo:

Déjame pasar…

Un aire helado recorrió todo mi cuerpo, los perros aullaban, la luna temerosa se ocultó. La noche era cada vez más oscura y silenciosa.
El silencio –entonces- fue interrumpido por largos y prolongados jadeos que el “ser” emitía…

Un profundo vaho me envolvía y nublaba mi entendimiento, completamente seducida, le deje entrar y a la mañana siguiente, a mi lado se encontraban dos “criaturitas”, que me decían mamá. Y el extraño ente, nunca más me visito.