Jesús

miércoles, 5 de octubre de 2011


Sigo despotricando contra el dolor que siento
y frente al acecho de pensamientos destructivos
surge como haz de luz un espacio en el que camina
el Jesús de jeans, camiseta blanca y sandalias
ese que camina al lado mío con su bicicleta a un costado
que conversa conmigo y hace que no pierda la razón

1 comentarios:

Recomenzar dijo...

Son estados del alma de la mente que cuando uno escribe se liberan frecuentemente