la mente puede ser una gran y última aventura
y sobre el rellano de su antesala
se perciben los miedos, la angustia a lo desconocido
Es ahí,, cuando siento el frío temblor de la hoja seca a punto de romperse,
la húmeda sensación de los pliegues entre los dedos
el tamborileo extraño de un corazón a punto de parar
Es por esto,
que toman más fuerzas los deseos de continuar el viaje
que terminara con esta vida, que nunca fue pacifica
Pero antes que llegue su fin,
moraré otras vidas
opuestas
a las vivencias
remotas de pieles dolorosas
que recién mudé
Limpieza,
tranquilidad, quietud y mucha comodidad
son las urgencias
que mi alma reclama