La vida difumina, borra a los seres amados
pero los afectos no se van...
se alojan en la textura de un vaso…
o en el color oscuro de una piel...
todavía…
el sonido de una campana me traslada a una vida diferente a la
presente,
olores y sabores diversos remueven recuerdos que se
quedan intactos dentro mío
siento que con cada partida pierdo un pedazo de mi existencia,
entonces el camino se vuelve solitario y el paladar
sabe amargo