Mi casa hecha de abrazos
Basta cerrar los ojos…
para recordar sus dedos sobre mi rostro, sus
besos en mi frente,
la chispa de sus ojos y la sonrisa hermosa con
la que me recibe,
percibo con exactitud…
el aroma de la taza de café que la acompaña
siempre,
es ahí cuando siento el deseo infinito de
regresar a mi primera casa
a la casa hecha de tus abrazos mamá
Echo de menos…
las calles en las que corrí descalza,
el árbol del patio que en sus ramas acunó a la
niña que fui,
los chapuzones en las tardes de lluvias,
y las largas conversaciones con mi perro
Pero entonces…
las antiguas heridas se mecen,
ellas me hacen recordar la pesadilla que viví…
los golpes –aún- cabalgan en mi piel,
el adoctrinamiento, la censura, y el control de
pensamiento
-todavía- encierran mi mente
En ese momento, me doy cuenta que más me vale
no regresar