Los dedos de la mañana
me empujan a la
cercana taza de café
que reposa en compañía
del pan recién horneado.
Afuera el viento
frío del invierno
silva sobre las
ventanas
y enreda las ramas
de los árboles vecinos.
Agradecida de mi
espacio,
celebro la vida ceñida
de paz
1 comentarios:
Que linda se siente la mañana . Besos me alegra que vuelvas a escribir.
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