Columna

jueves, 13 de enero de 2011



Se vuelve rutina cruel despertar con las piernas dormidas
y el dolor descomunal en la espalda,
es entonces cuando me siento
acorralada, en medio de la confusión de un despertar violento
que no me deja más remedio que abandonar la cama
para huir de este dolor que es un ruido que sólo yo escucho

Cojeando en medio de círculos que se repiten,
clavando las uñas en las palmas de mis manos para no gritar,
muerdo lágrimas y ahogo gemidos
en una contradictoria mañana llena de sol

La furia tuerce toda la buena voluntad que suelo tener
y quisiera de un manotazo acabar con todo de una vez
borrarme, huir del dolor en un día lluvioso,
encontrar la paz y el sosiego que huyen de mí,
dejar a un lado todo sufrimiento
y terminar por fin con esta vida que a veces me sofoca vivir

1 comentarios:

இலை Bohemia இலை dijo...

Transmites muchos sentimientos con estos versos...

Te abrazo!