Santiago de Chile

domingo, 11 de marzo de 2007


















OTOÑO


Se desprende de las melenas
de los árboles
en espiral baja dando vueltas,
danzando,
teñido de amarillo, naranja, rojo, verde niebla

Hojas como muertos crujientes
suavizan el frío asfalto, crispadas,
inertes, tostadas
parecen abrazarse entre sí,
se estrellan contra el blanco suelo
parecen querer quebrar el duro y frío cemento

El otoño desviste los árboles
y obliga a los seres humanos a vestirse
con largas y pesadas telas
para soportar su helado abrazo

Abrazo de mil finas puntas que atraviesan certeramente
las blandas carnes
Densa neblina cae lenta y pesadamente
sobre la cordillera de los andes,
sobre la fascinante ciudad santiagueña,
y se entretiene desdibujando
los ciertos contornos de los edificios

Simulando claridad
la luz artificial
parece lanzar pequeñas centellas luminosas
que pringan con ligeras gotas de luz
trozos de calles, pedazos de pieles

Cabizbajos caminan los peatones con las carnes enrojecidas,
entumidas las manos
frunciendo ceños, apretando dientes, mandíbulas,
con las fosas nasales húmedas
crujiéndoles los huesos, ardiéndoles la nariz,
doliéndoles cada articulación
al dar el paso

El otoño ríe feliz, danza, gira, toca,
abraza a este, a aquel

Y en el suelo el mensaje de su sabiduría natural:
hojas entrelazadas entre sí
envueltas amorosamente
parecen mostrarnos
la mejor manera
de soportar el frío otoñal:
sólo abraza a tu hermano, hermana
como las hojas lo hacemos
sean más fraternos
no se conviertan en indiferentes mimos de ciudad
hablen entre ustedes y con ustedes
y solo así no sentirán frío en la piel,
en el alma



DILEMA EN CHILE


Aquí soy otra
- no me reconozco -
no tengo pasado,
- sólo presente. -

Todo lo conocido desaparece
y se integran a mi vida
nuevos amigos, amores y paisajes

Pero la antigua memoria no se rinde
se empeña en mostrarme
los rostros de mis seres queridos
y estoy dividida en dos:
en la mujer que ama a su familia y antiguos amigos
y en la que no quiere regresar

1 comentarios:

lys dijo...

Es un placer,realmente un placer leerte, gracias por darme esta oportunidad.

Soy una pésima poeta, pero adoro la poesía. No caigo en el herror de pensar que todo lo que el poeta escribe es autobiográfico, si así fuera el poeta se moriría de angustia. Creo que el poeta coge hilos y los teje con una sensibilidad que el resto de los mortales no sabemos hacer, pero esos sentimientos los guardamos como nuestros porque nos llegan. Nos identificamos y nos ayudan a expresar lo que sentimos pero no sabemos expresar.

En este tu primer poema en tu blog, se rompe todo lo arriba expresado porque hay tanta angustia en tu "voz"...

Un beso. He empezado por el principio para conocerte un poco.